Devocional Lunes, 13 de abril de 2020

Para nuestra próxima serie de devocionales para días hábiles, estaremos viendo las colectas, u oraciones especiales para el domingo correspondiente, escrito por el arzobispo Tomás Cranmer para los domingos en la estación de la Resurrección o Pascua, que se usa en el servicio de la Santa Comunión. Esta semana empezamos con la colecta para el domingo de la Resurrección o Pascua. 

Para los cristianos, nadie disputa que la fuente final de la verdad es la Biblia. Pero ¿cómo ha de ser interpretada?   Esa es la pregunta. En estos asuntos, Cranmer buscó seguir la práctica de la iglesia antigua, dado que fue de una época mucho más cerca al tiempo de Jesús y los apóstoles que todos los que les siguieron. Por tanto, al seguir la enseñanza de Agustín [de Hipona], el primer paso de Cranmer era siempre buscar interpretar la Escritura por la Escritura. Y eso es lo que tenemos en las dos lecturas [para la Resurrección en el Libro de Oración Común 1552].

De los cuatro pasajes en los Evangelios que tratan con la resurrección, Cranmer ha elegido Juan 20:1-10, la única descripción que registra a un apóstol ver la tumba vacía y responder inmediatamente con fe: 

“También entró el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó." (v.08).

Cranmer usó este pasaje porque quiere que ¡nosotros hagamos lo mismo! Para él, la única respuesta apropiada a las buenas nuevas de Jesucristo es creer sus promesas para perdón y renovación de vida ahora, y para la vida eterna en la edad venidera. Sólo la fe nos une a Jesús, ahora y para siempre.

La justificación (es decir, estar en buen lugar ante Dios) tiene su base única en la confianza en la obra de Cristo en la cruz para nosotros, no en algún logro nuestro o en nuestra pureza moral. Al levantarse de los muertos, Jesús ha conquistado el pecado como también sus consecuencias, la muerte y la separación eterna de Dios. Ahora ofrece compartir estas victorias con todos que simplemente ponen su confianza en él. Tal como la colecta de Cranmer lo expresa tan sucintamente:

"Jesucristo ha vencido la muerte y abierto la puerta de la vida eterna".

Cristo hizo posible esto, no nosotros. 

Pero, si nosotros no jugamos ningún papel en nuestra salvación más que creer la buena noticia, ¿significa que no tenemos ningún papel, ninguna responsabilidad, ninguna acción requerida, más allá que creer, una vez que entramos en una relación salvadora con Dios por medio de Cristo? Cranmer siempre insiste que la fe verdadera siempre produce el fruto de una vida que es transformada, aunque imperfecta. La lectura que eligió de Colosenses deja claro qué son las consecuencias de creer que el Cristo se levantó de los muertos: 

“Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios.” (v.01).

Si nuestra fe nos une a Cristo, pues el poder de su resurrección está obrando en nosotros, cambiando nuestros deseos, para que podamos poner  "la mirada en las cosas de arriba, no en las de la tierra.". Si nuestra fe nos permite pasar mucho tiempo compartiendo con Jesús, entonces se verá cada vez más de él en nosotros. 

Esta semana, oremos sinceramente que llegamos a ser más como Jesús, utilizando la colecta de Cranmer.

-Rev. Cônego Dr. Ashley Null

Oración
Colecta para la Resurrección (Libro de Oración Común de 1552): Todopoderoso Dios, quien por medio de su Hijo unigénito Jesucristo, ha abierto para nosotros la puerta a la vida eterna, humildemente te rogamos que, tal como por tu gracia especial, que va delante de nosotros, pones en nuestras mentes buenos deseos, así por tu ayuda continua, podamos llevarlos a buen efecto, por medio de Jesucristo nuestro Señor: quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo ahora y para siempre. Amén.