Segundo domingo de Adviento

Segundo domingo de Adviento. 

Bendito Dios, que por tu voluntad creaste la Santa Escritura para nuestra enseñanza; permítenos que, al oír y leer tu Palabra, la tomemos en cuenta y aprendamos de ella para ponerla en práctica en nuestras vidas, de tal forma que la paciencia y el consuelo que ella provee nos permitan conservar hasta el fin la maravillosa esperanza de la vida eterna que tenemos en Jesucristo nuestro Salvador. Amén.