Queridos hermanos y hermanas en Jesucristo,
¡¡Gracia a vosotros de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo durante esta Temporada de Epifanía!!
Les escribo con gran pesar ya que seguimos escuchando noicias sobre la continua Crisis de Liderazgo y Fe que surge de la Iglesia de Inglaterra. Una vez más, nuestras Provincias Anglicanas Occidentales continúan 'siguiendo su propio camino' en asuntos de fe y práctica sin consultar ni preocuparse por la mayoría de los anglicanos de la Comunión Global. Sus acciones no solo niegan la práctica santa, sino que rechazan la autoridad de las Escrituras, la enseñanza de la iglesia histórica y el consenso del Cuerpo de Cristo de cada tribu, lengua, pueblo y nación que vive hoy.
El lanzamiento de la reciente declaración "Los obispos proponen oraciones de acción de gracias, dedicación y por la bendición de Dios para las parejas del mismo sexo" (Encontrar Aquí) es un claro rechazo de Lambeth 1998, I:10, y no puede evitar hacer la pregunta: "¿Qué sigue?" Continuamos encontrándonos desilusionados con la increíble audacia de decisiones unilaterales importantes (por ejemplo, cambiar la naturaleza de lo que significa ser 'varón y mujer' a su imagen (Génesis 1:27) que van en contra de 'la fe una vez dada' (Judas 3).
Lo que hace que esta crisis de liderazgo y fe actual (y continua) en la Iglesia de Inglaterra sea especialmente preocupante es la decisión clara y deliberada de los obispos de ignorar descaradamente el consenso anglicano mundial (así como muchas otras tradiciones cristianas) y 'bendecir' en el Nombre de Cristo y de la Iglesia lo que Dios claramente llama pecado. Dios no bendice el pecado sin importar el sello de respaldo de los líderes de la iglesia, el clero y los obispos.
La mayoría de nuestras Provincias tienen su origen en la Iglesia de Inglaterra debido al increíble y sacrificial ministerio misionero de los fieles británicos seguidores de Jesús. ¿Qué deben hacer los fieles en Inglaterra y en todo el mundo ahora que la Iglesia madre se ha apartado de la fe y la moralidad bíblicas? No podemos seguir a la Iglesia de Inglaterra por este camino que conduce a la bancarrota espiritual y moral. Señor, ten piedad de todos nosotros.
Gafcon tiene una mejor historia que contar: la historia de nuestro Señor Jesús que nos ha rescatado y nos está rescatando del quebrantamiento (y a menudo de nosotros mismos) y Su oferta de salvación inequívocamente misericordiosa que nos llama 'a la luz' donde el arrepentimiento y la confianza marcan una nueva, relación correcta con Dios a través de Cristo. Todo el que invoque el nombre del Señor Jesús puede salvarse (Romanos 10:13). Y en esta gran historia de salvación a través de Jesús, el Apóstol Pablo comenta sobre nuestra forma de vida anterior: “Y eso erais algunos de vosotros. Pero ustedes fueron lavados, fueron santificados, fueron justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios” [ver 1 Corintios 6:9-11]. Dice además que “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; lo viejo ha pasado; he aquí, ha llegado lo nuevo” (2 Corintios 5:17). Jesús agrega que sus seguidores están llamados a estar en el mundo pero no ser del mundo (Juan 17:15-21). En Gafcon, hacemos un llamado a los líderes de la Iglesia de Inglaterra para que se arrepientan y regresen a la enseñanza y práctica de las Sagradas Escrituras y la Iglesia histórica, santa, católica y apostólica.
Hermanos y hermanas, oremos fervientemente por los fieles seguidores de Jesús en la Iglesia de Inglaterra mientras luchan por luchar y repeler esta falsa enseñanza que se les ha impuesto. Oremos también por sus obispos y líderes para que Dios vuelva sus corazones a volver a sus caminos.
¡El Señor te bendiga ricamente!
Tu hermano en Jesucristo,
Reverendísimo Dr. Foley Beach
Presidente del Consejo de Primados de Gafcon y Primado de América del Norte
PD : Esperamos GAFCON IV este abril (GAFCON IV) en Kigali, Ruanda, donde adoraremos, aprenderemos, conectaremos y fraternizaremos en el gran consenso de nuestra familia anglicana, y seremos renovados para ir y proclamar con valentía la palabra redentora de Cristo a todas las naciones. Venid y ved, venid y participad, y venid, he aquí el Cordero de Dios.