1 Juan 5:14-17 - Pide según su voluntad

«Esta es la confianza que tenemos delante de Él, que, si pedimos cualquier cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye» (1 Juan 5:14 NBLA).

Tras varias décadas de enseñanza y liderazgo en instituciones teológicas de toda África, llegó el momento en que oímos al Señor llamarnos a dedicar nuestro tiempo a la formación de la próxima generación de profesores de seminario. Elaboramos una propuesta y nos dirigimos a varias organizaciones sin éxito. Llegamos a un punto en el que nuestro contrato estaba a punto de terminar, y no teníamos ninguna claridad sobre el rumbo a tomar. Sólo pedíamos una pequeña cantidad de financiación, pero parecía que nadie compartía la visión. Desesperados, clamamos al Señor para que nos aclarara su voluntad. Anteriormente, sólo habíamos pedido el mínimo absoluto, pero nuestra desesperación nos hizo ser audaces. Multiplicamos por diez la cantidad que necesitábamos y la expusimos ante el Señor entre lágrimas, pidiéndole que proveyera si era su voluntad que hiciéramos esta obra. Al día siguiente, enviamos la propuesta reelaborada a dos organizaciones, hicimos las maletas y nos fuimos a un retiro mientras esperábamos una respuesta. Cuando revisamos nuestra bandeja de entrada seis días después, habíamos recibido respuestas positivas de ambas organizaciones, una de las cuales había recibido una donación especificada para la formación de docentes por la cantidad exacta que habíamos pedido. Con las puertas abiertas de par en par, pudimos avanzar en la voluntad del Señor para la siguiente etapa de nuestras vidas. 

En esta sección Juan subraye aún más a la iglesia los beneficios de la vida eterna que han recibido (1 Juan 5:13). Muestra que pueden acudir con confianza a Dios en oración, y que él escuchará sus peticiones.

La «confianza» (v. 14) proviene de la comunión con él por medio de Cristo en el poder del Espíritu Santo. Hemos visto que esta comunión se basa en la limpieza y el perdón a través de la sangre expiatoria de Cristo y el don del Espíritu Santo en la vida de los que creen que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios venido en carne. 

La bendición de vivir en relación con Dios significa que el creyente puede acudir a él en oración con la plena seguridad de que le responderá (v. 15). La condición es que las oraciones se pidan «según su voluntad». ¿Y cómo podemos conocer la voluntad de Dios? Calvino responde: «Dios enseña por su palabra lo que quiere que pidamos, y ha puesto sobre nosotros su Espíritu como guía y gobernante» (p.266). 

Esta confianza en la Palabra y en el Espíritu nos impide dudar (Santiago 1:6) y nos da la seguridad de que Él escucha nuestras peticiones (v.15). La pregunta sigue siendo, entonces, ¿cómo debe orar la iglesia sobre los falsos maestros? Juan responde claramente. Intercede por ellos ante el Padre y él les dará la vida (v. 16). 

Juan distingue entre los pecados que llevan a la muerte y los que no (v.16). Hay mucho debate sobre esto, pero podemos pensar que se trata de los que todavía están abiertos a la palabra de Dios y los que se niegan a escuchar. Son el «anticristo», que Juan ya ha expuesto como aquellos que «niegan al Padre y al Hijo» (1 Juan 2:22). Sin el perdón a través de la sangre expiatoria de Jesucristo, no puede haber restauración de la vida. Su fin es la muerte (v. 16). 

Por lo tanto, Juan repite que toda «maldad» (injusticia) es pecado, pero hay un pecado que no cierra la puerta al arrepentimiento y a la restauración a la vida, y exhorta a la iglesia a orar para que sus oponentes sean restaurados gentilmente a la vida y a la comunión. 

Acudamos, pues, ante el Señor y oremos según su voluntad, con la plena confianza de que escuchará y responderá a nuestras oraciones.