1 Reyes 4: ‘La buena vida’

¿Has encontrado que el libro de Proverbios satisface poco tu vida cristiana?
Al fin y al cabo, contiene muchos consejos prácticos sobre la buena vida, pero no habla mucho de los grandes temas de la salvación, como la forma de reconciliarse con Dios.

Sin embargo, para entender los Proverbios y el resto de la ‘literatura sapiencial’ de la Biblia, tenemos que darnos cuenta de que se escribió en una época en la que el pueblo de Dios ya vivía en paz con el Señor.
Lo vemos en los detalles del reino del rey Salomón, esbozados en el capítulo cuatro de 1 Reyes.

Comienza en el versículo dos con una lista de los nombres de todos los funcionarios del rey, empezando por su sacerdote, no por el jefe militar... lo cual es un nuevo recordatorio de que están viviendo en una época de paz, no de guerra.

Después de esa lista, se nos dan los nombres de los doce gobernadores que ejercen el liderazgo sobre todo Israel, bajo el gobierno del rey de Dios.
Las cosas son pacíficas y ordenadas, ya que el rey de Dios gobierna al pueblo de Dios en el lugar de Dios.

Luego hay un hermoso resumen de lo que es realmente la buena vida, versículo 20: «Judá e Israel eran tan numerosos como la arena que está en abundancia a la orilla del mar; comían, bebían y se alegraban» (1 Reyes 4:20 NBLA).

La promesa de Dios a Abraham en Génesis 17 se ha hecho realidad, ya que sus descendientes viven en la tierra prometida, en gran número, disfrutando de grandes bendiciones.

Pero las bendiciones no se limitan al pueblo de Dios: se extienden a las naciones, como también se prometió a Abraham.
El pueblo de Dios está disfrutando de las grandes bendiciones de la vida mientras sigue al rey de Dios en la tierra de Dios.

Mientras disfrutan de la vida como pueblo de su promesa de alianza, reciben ahora el don de la sabiduría a través de su rey, cuya gran sabiduría «Y la sabiduría de Salomón sobrepasó la sabiduría de todos los hijos del oriente y toda la sabiduría de Egipto», versículo 30.

Al darle a Salomón ese don de la sabiduría, Dios nos dio los escritos sapienciales, pues leemos en el versículo 32 que «También pronunció 3,000 proverbios, y sus cantares fueron 1,005».

Parte de esa enorme colección de escritos ha llegado a nuestra Biblia en el libro de los Proverbios, el Cantar de los Cantares y algunos de los Salmos.
Esto nos ayuda a entender dónde encaja el libro de los Proverbios en la vida cristiana cotidiana.

Como nos dice el capítulo nueve, versículo diez, de Proverbios: «El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, Y el conocimiento del Santo es inteligencia».

La buena vida que se muestra en los escritos de la Sabiduría es una imagen de lo que es la vida de las personas que ya viven una vida de paz con Dios, habiendo sido salvados por su gracia (Efesios capítulo 2 versículo 5), por lo que podemos hacer las cosas buenas que él planeó para nosotros hace mucho tiempo (Efesios capítulo 2 versículo 10).

Los Proverbios, y los demás escritos de la Sabiduría de Salomón, son un gran regalo de Dios para los cristianos de hoy, ya que nos aportan una visión piadosa del funcionamiento real del mundo de Dios.

Porque esto es lo que significa vivir la vida como pueblo salvado de Dios, sabiendo lo que es temer de verdad al Señor... por lo que nos esforzamos en persuadir a los demás de la buena vida que viene de oír y creer el evangelio de nuestro Señor Jesucristo (2 Corintios 5:11).