Devoción de Adviento 03

Hoy comenzamos con la pregunta

“¿Por qué Adviento?

El Adviento es un tiempo importante para nosotros, los cristianos. Es una temporada que nos da la oportunidad de prepararnos adecuadamente para la celebración de la primera venida de nuestro Señor Jesucristo en Belén. Lo hacemos a la luz de la anticipación de la segunda venida del mismo Jesucristo para juzgar a vivos y muertos. Creemos que Jesucristo podría venir por segunda vez en cualquier momento, incluso durante la Navidad. En este sentido, no estamos cegados por la preparación y celebración secular y comercial de la Navidad para que seamos encontrados preparados para la segunda venida de nuestro Señor.

La lectura del Antiguo Testamento Isaías 28: 1-13, dice en parte;

Ay de la corona de arrogancia de los ebrios de Efraín,
y de la flor marchita de su gloriosa hermosura,
que está sobre la cabeza del valle fértil
de los vencidos por el vino!
He aquí que uno, fuerte y poderoso, de parte del Señor,
como tormenta de granizo, tempestad destructora,
como tormenta de violentas aguas desbordadas,
los ha lanzado a tierra con su mano.
¿A quién enseñará conocimiento,
o a quién interpretará el mensaje?
¿A los recién destetados?
¿A los recién quitados de los pechos?
Porque dice:
«Mandato sobre mandato, mandato sobre mandato,
línea sobre línea, línea sobre línea,
un poco aquí, un poco allá]».
En verdad, con tartamudez de labios
y en lengua extranjera, Él hablará a este pueblo,
al cual había dicho: Aquí hay reposo, dad reposo al cansado;
y: Aquí hay descanso. Pero no quisieron escuchar.
Por lo cual la palabra del SEÑOR para ellos será:
Mandato sobre mandato, mandato sobre mandato,
línea sobre línea, línea sobre línea,
un poco aquí, un poco allá,
para que vayan y caigan de espaldas,
se quiebren los huesos,
y sean enlazados y apresados. Isaías 28: 1-2, 9-13 (LBLA)

El Nuevo Testamento, Mateo 12: 38-50 dice en parte;

Mientras Él aún estaba hablando a la multitud, he aquí, su madre y sus hermanos estaban afuera, deseando hablar con Él.  Y alguien le dijo: He aquí, tu madre y tus hermanos están afuera deseando hablar contigo. Pero respondiendo Él al que se lo decía, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?  Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: ¡He aquí mi madre y mis hermanos! Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre. Mateo 12: 46-50 (LBLA)

El Antiguo Testamento describe a las personas que, en lugar de escuchar la voluntad de Dios y hacerla, eligieron burlarse del mensaje de Dios y fueron juzgadas. El Nuevo Testamento subraya la enseñanza de Jesús de que aquellos que realmente le pertenecen a Él como sus hermanos y hermanas son los que escuchan y hacen la voluntad de Dios.

Debemos orar por nosotros mismos para que Dios nos ayude a no ser solo oyentes sino hacedores de la palabra de Dios.

Oración
“Querido Dios, ayúdanos a prestar atención a tu palabra y obedecer tu voluntad incluso mientras nos preparamos y celebramos la Navidad. Que se nos encuentres alertos al venir por segunda vez y ‘que estemos entre ellos cuando los santos entren andando’. En el Nombre de Jesús oramos. Amén.