Devoción de Adviento 13

CONFIANZA MAL PUESTA

El pasaje del Antiguo Testamento de hoy, Isaías 39, trata sobre la confianza equivocada del rey Ezequías en un enviado de Babilonia, mostrando con orgullo todo su arsenal y todo lo que encontró entre el almacén de su tesoro. Lee en parte;

«En aquel tiempo Merodac-baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un regalo a Ezequías porque oyó que había estado enfermo y se había recuperado. Se alegró por ello Ezequías y les mostró la casa de su tesoro: la plata y el oro, las especias y el aceite precioso, todo su arsenal y todo lo que se hallaba en sus tesoros. No hubo nada en su casa ni en todo su dominio que Ezequías no les mostrara. Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y le dijo: ¿Qué han dicho esos hombres y de dónde han venido a ti? Y Ezequías respondió: Han venido a mí de un país lejano, de Babilonia. Y él dijo: ¿Qué han visto en tu casa? Y Ezequías respondió: Han visto todo lo que hay en mi casa; no hay nada entre mis tesoros que yo no les haya mostrado. Entonces Isaías dijo a Ezequías: Oye la palabra del SEÑOR de los ejércitos:  ‘He aquí, vienen días cuando todo lo que hay en tu casa y todo lo que tus padres han atesorado hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia; nada quedará’ -dice el SEÑOR. ‘Y algunos de tus hijos que saldrán de ti, los que engendrarás, serán llevados y serán oficiales en el palacio del rey de Babilonia’». (LBLA)

El pasaje del Nuevo Testamento, Mateo 17: 14-21, trata sobre la incapacidad del discípulo para sanar a un niño poseído por un demonio. Lee en parte;

 «Cuando llegaron a la multitud, se le acercó un hombre que, arrodillándose delante de Él, dijo: Señor, ten misericordia de mi hijo, porque es epiléptico y sufre terriblemente, porque muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua.  Y lo traje a tus discípulos y ellos no pudieron curarlo. Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo acá.  Y Jesús lo reprendió y el demonio salió de él, y el muchacho quedó curado desde aquel momento. Entonces los discípulos, llegándose a Jesús en privado, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?  Y Él les dijo: Por vuestra poca fe; porque en verdad os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: ‘Pásate de aquí allá’, y se pasará; y nada os será imposible.» (LBLA)

Los pasajes tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento subrayan dos lecciones importantes: Primero, que los desafíos nos esperan incluso poco después de algunas experiencias en la cima de la montaña. El rey Ezequías acababa de estar emocionado por la forma en que Dios lo sanó y le agregó esperanza de quince años más de confianza en Él para su protección. Poco después de eso, recibe desprevenido a un enviado del futuro esclavizador, Babilonia, pero pensando erróneamente que lo protegería a él y a su nación.

De manera similar, poco después de la emocionante experiencia de Jesús transfigurado en la montaña, los discípulos bajan y enfrentan el desafío de la incapacidad de curar a un niño endemoniado. Más, se ve el error de no depender constantemente de Dios para obtener la máxima protección y el testimonio fructífero del poder de Dios. El rey Ezequías mira a Babilonia para la máxima protección. No da testimonio de la protección de Dios y más bien trata de impresionar al enviado babilónico mostrándole todo lo que tiene y sin consultar al profeta de Dios, Isaías. Del mismo modo, los discípulos estaban tratando de curar independientemente de Jesús, a quien habían dejado atrás y eso no funcionó.

Oración
«Amado Dios, aumenta nuestra fe e inspíranos a depender constante y confiadamente de ti para nuestra máxima protección y nuestra capacidad fructífera en nuestro servicio a ti. Porque sin ti, no podemos hacer nada. En el Nombre de Jesús oramos. Amén»