A Jesús no se le puede hacer Trampa

A lo largo del Nuevo Testamento, la gente intenta hacer trampa a Jesús. Querían pillarlo porque ellos querían controlarlo, querían hacerlo inocuo, dócil y utilizable. Vemos esto en Mateo 22, cuando los herodianos y los fariseos le hacen a Jesús una pregunta engañosa:

15 Entonces se fueron los fariseos y deliberaron entre sí cómo atraparle, sorprendiéndole en alguna palabra. 16 Y le enviaron sus discípulos junto con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con verdad, y no buscas el favor[a] de nadie, porque eres imparcial. 17 Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito pagar[c] impuesto al César, o no? (LBLA)

A menudo nos enfocamos en la respuesta de Jesús a esta pregunta (veremos esa respuesta en el devocional de mañana), pero vale la pena centrarse en la pregunta en sí, y específicamente en la motivación detrás de esto. 

Los fariseos y los herodianos estaban tratando de ganar el control, preguntándole a Jesús su opinión sobre un tema controvertido. Verás, nadie puede discutir con los milagros de Jesús. Nadie puede debatir sobre su amor, su gracia o su paz. Pero si los fariseos y los herodianos pudieron hacer que Jesús redujera su persona y su obra a un concepto, a una proposición, a una posición sobre un tema muy controvertido, podrían controlarlo. Podrían encerrarlo. 

Tú y yo a menudo intentamos hacer lo mismo. Tratamos de reducir a Jesús; tratamos de sistematizarlo, categorizarlo, todo con el mismo objetivo: confinarlo. Nosotros podemos sentirnos piadosos cuando estamos haciendo esto, casi parece que estamos centrando nuestra vida a su alrededor, pero la verdad es que sólo lo estamos usando, sólo lo estamos atrapando. Verá, el discipulado no se trata sólo de dominar un conjunto de principios, se trata de una relación con una persona. Y las relaciones son regalos para recibir, no sólo dogmas para aprender. El obispo Robert Barron lo expresa de esta manera: 

"Sea lo que sea Dios, no ha de ser confinado en una red de conceptos, ideas o imágenes; lo que él sea, por principio, ha de ser recibido como un regalo ... experimentamos la verdad de Dios al entregarle nuestras mentes y renunciamos a nuestra patética intenta a controlarlo".
Control es la palabra exacta para lo que tratamos de hacer con Jesús y lo que los fariseos y herodianos trataban de hacer aquí. Si pudieran confinar a Jesús, teniendo registro de su opinión sobre esta cuestión fiscal, podrían, entonces, consignarlo, ya sea a muerte o irrelevancia, y acabar con él de una vez por todas.

Esto es lo que sabían los fariseos y los herodianos: su poder y la presencia de Jesús eran mutuamente excluyentes. Tuvieron que elegir: centrar su identidad alrededor de este Mesías, perdiendo su control o manteniéndose aferrado a su poder, a la vez buscando sacar a Jesús del cuadro. 
Vale la pena señalar que tenían la razón y, en la medida en que nosotros pensamos que podemos aferrarnos tanto al poder como a Jesús, estamos equivocados. Verás, algunos de nosotros estamos tratando de tener en nuestras manos tanto a Jesús como el control de nuestra vida. Estamos dispuestos a dejar que Jesús controle, digamos, nuestra vida romántica, con quién y cómo salimos, pero no estamos dispuestos a dejarlo reinar sobre nuestra chequera. 

Esto es lo que le prometo: ese equilibrio no durará. En dos años, Jesús o invade tus finanzas, o tu vida romántica quedará libre de su presencia. No podemos servir a dos amos. Jesús nos invita a entregarle nuestra vida. Nosotros venimos a Jesús listos para interrogarlo, pero nos vamos con el corazón habiendo sido escudriñando por él. Él es el Señor y no quedará atrapado. 

Dustin Messer
Pastor de formación en la fe en la Iglesia Anglicana de Todos los Santos en El centro de Dallas, Texas, EEUU.

Oración
Únase a mí en la oración de esta colecta del Libro de Oración Común:
Dios todopoderoso y eterno, cuya voluntad es restaurar todas las cosas en tu Hijo amado, Rey de reyes y Señor de señores: Concede misericordia que los pueblos de la tierra, divididos y esclavizados por el pecado, puedan ser liberados y reunidos bajo su gobierno lleno de gracia; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.