Juan 1:35-42: Desde Juan a Jesús

Las transiciones pueden ser difíciles. Ya sea entre puestos de trabajo, ministerios, gobiernos o generaciones; las transiciones pueden ser complicadas. Puede ser difícil para los antiguos "dejar ir" y permitir que los nuevos tomen el relevo. Puede ser difícil adaptarse a las nuevas circunstancias cuando se produce una transición.

En Juan 1 somos testigos de una transición entre épocas. En el versículo 35 escuchamos lo que sucedió en el siguiente de la secuencia de días que Juan registra a lo largo del capítulo. 
Comenzamos con Juan, de pie con dos de sus discípulos, y mientras Jesús pasa por delante de Juan el testimonio de este último suena fuerte: 'Mira, el Cordero de Dios'. Los dos discípulos con Juan escuchan esto y siguen a Jesús. Ha comenzado la transición entre Juan y Jesús. Juan ha desempeñado su papel y ahora es el momento de que sus discípulos pasen de la sombra al cumplimiento; del anunciador a la estrella principal del espectáculo. 

Por fin oímos hablar a Jesús en la narración, cuando se vuelve en el versículo 38 y hace una pregunta llena de significado: "¿Qué buscan?". Cuando los discípulos se vuelven de Juan a Jesús, Jesús también se dirige a ellos. Zacarías 1:3 utiliza el lenguaje de la (re)vuelta para anunciar el programa para reconstruir el pueblo de Dios después del exilio... 'Vuelven a mí, dice el Señor todopoderoso y yo volveré a ti". 
¿Qué buscas? ¿Qué quieres?

Jesús no deja de plantear preguntas como ésta a los que le siguen o parecen querer seguirlo. “¿Qué piensas?”  “¿Qué quieres que haga por ti?” Pues, aquí, se hace esta pregunta, “¿Qué buscan?” Jesús nos hace preguntas penetrantes a todos. 
La respuesta de los discípulos, "¿dónde te quedas?", debe entenderse como que están buscando a alguien a quien seguir... quieren ir a donde él se aloja porque es su líder, su maestro.  

La pregunta aparentemente inocua de los discípulos utiliza la palabra que a menudo se traduce como "permanecer" o “morar”. Se trata de una palabra significativa a lo largo del Evangelio. Más adelante leeremos en el Evangelio que Jesús permanece con el Padre y el verdadero discípulo permanece con Jesús.

La siguiente parte de este intercambio es la invitación de Jesús a los discípulos en el versículo 39: "Vengan y vean". Se trata de una invitación abierta a venir, que requiere que se confía y acepte la invitación. 

El registro de este momento es preciso y solemne. Se nos dice que fueron, vieron y permanecieron con él. La hora está registrada. El primer encuentro entre Jesús, la Palabra eterna y sus discípulos se ha producido. La transición entre el ministerio de Juan y el de ministerio de Jesús se ha completado. 

La parte final de esta narración, en los versículos 40-42, recoge la historia de Andrés, que encuentra a su hermano Simón para contarle a quién ha encontrado. Se introduce un nuevo título cuando Andrés anuncia que han encontrado al Mesías. Andrés es un personaje interesante en la narración de Juan. Siempre que se le menciona, está llevando a la gente a Jesús. Es un discípulo modelo. 

Simón se encuentra con Jesús. Jesús lo reconoce y le da un nuevo nombre. En esta acción Jesús muestra su autoridad para dar ese nombre. El cambio de nombre también refleja la obra de Jesús en su nuevo discípulo. Hay una novedad en Simón que se expresa en este cambio de nombre. 

Cuando nos encontramos con Jesús, ésta es la transición más significativa que puede tener lugar en nuestra vida. También nosotros recibimos un nuevo nombre, "hijo de Dios" (1Jn 3,1; cf. Ap 2,17; 3,12). Podemos estar llenos de gracias por ello. 
¿Invitaremos a otros a venir y ver quién es Jesús y lo que puede hacer? 

Oración
Padre nuestro, al contemplar la forma de amor que nos has dado para que podamos ser llamados tus hijos, te pedimos que llenes nuestros corazones de alegría y gratitud. Ayúdanos a ser valientes para invitar a otros a venir a ver a Jesús y te pedimos que obres tu milagro de gracia en ellos por tu Espíritu, para abrir sus ojos. Te lo pedimos por Jesús. Amén.