Jueces 2:1-5

Jueces es un libro que continúa el relato de la toma de posesión de la tierra iniciado en Josué y lo que sucede en el país una vez que Israel se asentó allí. Esto nos prepara para leer y comprender la gran historia de amor que es Ruth. Confiando en el poder y en la gloria de Dios, Israel logró vencer a sus enemigos y pudo enfrentar los múltiples desafíos que significó habitar en la tierra de Dios. Pero Jueces nos informa que no todo fue exitoso. Aquí se nos dice que el pueblo sucumbió ante las tentaciones que representaban la religión y el estilo de vida de los pueblos paganos que los rodeaban. Este libro se inicia una preocupante información: las tribus de Israel fallaron en la toma de posesión de toda la tierra. Aquí aprenderemos lo que sucede cuando el pueblo no vive plenamente su llamado. 

1. ¿Quién está hablando aquí?
En la tierra de Dios, Dios reúne a los suyos. Lo que este pueblo necesita aprender es que el Señor es un Dios presente y activamente involucrado en la vida de los suyos.
2. ¿De qué los acusa Dios aquí y cuál es la consecuencia de ello?
Con dolor, leemos que Dios congrega a los suyos para imputarles su abandono. No le han hecho caso a Dios y han preferido seguir a los dioses extranjeros. Este pasaje marca un cambio en la relación de Dios con su pueblo. En Sinaí, el Señor se comprometió a no anular su pacto con ellos. Pero este compromiso divino exigía que el pueblo fuera leal a Dios, lo que no ha sucedido.
Aquí, Dios (que también es juez) les informa que no expulsará a los pueblos paganos, y que estos pueblos serán una constante pesadilla para Israel. La tierra de Dios ya no será la tierra de la bendición, sino que será un lugar de dolor y sufrimiento.
3. ¿Cómo reacciona el pueblo ante estas palabras de Dios?
El pueblo escuchó a Dios y lloró. Eran conscientes de haber fallado a su llamado. No estaban viviendo como el pueblo de Dios es la tierra de Dios. Muy por el contrario, se sentían atraídos por los cantos de sirena de las religiones paganas. Llorar al ser reprendido por Dios es algo bueno. Pero Israel va a aprender rápidamente que esto no es suficiente.
4. ¿Cómo NO reacciona el pueblo ante estas palabras de Dios? 
El texto nos informa que llamaron ‘Boquín’ (lugar de los que lloran) a lugar donde Dios les habló. Pero el resto del libro nos indica que no cambiaron de actitud. Siguieron adorando a otros dioses. ¿De qué sirve llorar si no hay cambio de actitud? Sentirse mal por el pecado no es suficiente, hay que modificar nuestro comportamiento. 
 
Piensa: En nuestra preparación para leer la gran historia de amor, aquí hemos aprendido algunas cosas muy importantes: Lo primero es que Dios es confiable ‘Nunca quebrantaré mi pacto con ustedes’, v. 1. Aunque el pueblo le ha dado la espalda, Dios no los abandona. Lo segundo es que pertenecer al pueblo de Dios involucra un compromiso de fidelidad al Dios que nos congrega: ‘ustedes, por su parte, no harán ningún pacto con la gente de esta tierra’, v. 2. También hemos aprendido que sentir pesar por el pecado no es suficiente, hay que cambiar de actitud. El evangelio lo dice claramente: ‘Produzcan frutos que demuestren arrepentimiento.’, Mateo 3:8.    

Oración
Ideas para la oración: Agradece a Dios por ser fiel, aunque nosotros no lo seamos. Pídele que te ayude a cambiar de actitud si Dios así te lo pide.

Libro de Oración Común chileno. Oración de arrepentimiento, culto público número 1.
Padre omnipotente y misericordioso, nos hemos desviado de tus senderos, y como ovejas perdidas hemos andado descarriados lejos de ti. Hemos seguido los deseos y propósitos de nuestro propio. corazón. Hemos desobedecido tus santos mandamientos; no hemos hecho lo bueno que tú quieres, sino lo malo que tú aborreces, y en nosotros no hay cosa recta. Ahora, oh Señor, ten misericordia de nosotros, pobres pecadores. Perdona nuestras culpas. Restablécenos, Señor, cumpliendo tus promesas declaradas en Jesucristo el Salvador, y por amor suyo, conceda que de aquí en adelante vivamos justa y santamente para la gloria de tu nombre. Amén.