La gran historia de amor - Josué 23:1-16

Ya han pasado varias décadas desde que Dios le habló a Josué en la margen oriental del río Jordán. El pueblo ya ha tomado posesión de la tierra y la generación que entró ya es anciana y es el momento de ‘pasar el testimonio’ a la nueva generación, la primera en nacer en la tierra de Dios. Aquí veremos cuáles son las cosas que esta nueva generación debe tener en cuenta al vivir su libertad en la tierra de Dios. 

1. Esta lectura nos relata la despedida de Josué, ya anciano, a un pueblo que ahora habita en la tierra que Dios les ha entregado por heredad. Según el v. 3, ¿quién ha estado con ellos todo este tiempo?

Si hay algo que todo el pueblo de Dios debe tener claro es el absoluto protagonismo de Dios en las vidas de todos sus hijos e hijas. Dios es fiel a sus promesas y los ha establecido en la tierra, tal como lo prometió hace cientos de años atrás a Abraham. Pablo, miles de años después, dice ‘¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?’ (Ro. 8:31).
 
2. En el v. 6, Josué repite lo que Dios le dijo a él antes de entrar en la tierra. ¿Cómo debe ser la relación del pueblo con su Dios? 

Josué está repitiendo al pueblo lo que Dios mismo le dijo décadas antes. También les recuerda que son un pueblo santo, un pueblo que no deben contaminarse mezclándose con los demás pueblos ni deben adorar a otros dioses, ya que Dios los ha llamado a una relación exclusiva con él. Este Dios que está con los suyos espera de su pueblo un comportamiento que hable del Dios que les dio vida. 
 
3. ¿Qué sucederá si se mezclan con otros pueblos?, vv. 11-13
 
Josué exhorta a los suyos a cuidar la relación exclusiva que Dios ha establecido con ellos. Deben confiar en Dios y estar a atentos a las tentaciones que surjan en el camino. Aquí queda claro que Dios toma en serio la relación con los suyos.

4. Finalmente les recuerda que deben reconocer que Dios ha sido fiel. ¿Cuál es la única forma de responder a la fidelidad de Dios?

Si Dios es fiel con nosotros, nosotros debemos ser fieles con Dios. Así de simple, así de claro.
 
Piensa: Los abuelos de estos hombres libres vivieron como esclavos en Egipto. Dios les sacó de allí para llevarlos a la tierra de la leche y de la miel. Dios ha sido fiel, por lo que ellos también deben serlo. La mayor prueba de la fidelidad de Dios es la venida de Cristo a este mundo. ‘Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.’ Juan 3:16-17. ¿Le eres fiel a Dios?

Oración
Ideas para la oración: Agradece a Dios por su gran fidelidad. Pídele que tú también puedas serle fiel para su gloria.

Libro de Oración Común chileno, página 131
Oh Dios, que eres el defensor de los que esperan en ti, sin quien no hay cosa fuerte ni santa, acrecienta y multiplica tu poder en nosotros a fin de que siendo tú nuestro líder y guía, te sirvamos en novedad de vida; por amor de Jesucristo nuestro Señor. Amén.