La gran historia de amor - Pensar como Cristo, Filipenses 2:5-11

En nuestro último día en esta gran historia de amor nos concentraremos en el corazón de la Carta de Pablo a los Filipenses. Al meditar en el Himno de Filipenses 2:6-11 comprenderemos que no solo hemos sido rescatados, sino que al ser como Cristo participamos en este rescate. 
Haremos bien, entonces, en recordar que estamos pisando terreno santo, privilegio que nos es dado no para satisfacer nuestra curiosidad intelectual, sino que para transformar nuestras vidas.

Leer Filipenses 2:5-11
A. Jesús

- Leer Fil. 1:27. A la luz del v. 5, ¿cómo es posible comportarse de una manera digna del evangelio de Cristo?

Para pensar: 
a. ¿Qué es el evangelio, una idea, una persona, un estilo de vida? Responder luego de leer Fil. 1:27-2:4.

b. Si bien es correcto ser desafiados a pensar como Cristo, parece ser que aquí el énfasis es a comportarse como Cristo. Como comunidad, ¿qué podemos hacer para ayudarnos a poner en práctica lo que Pablo pide en 2:1-4?

- Sigamos con nuestra lectura del pasaje. El v. 6 nos dice algo muy importante sobre Cristo, ¿qué es?

Es bueno detenerse aquí por un momento. Lo que Pablo quiere destacar aquí era la plena divinidad de Jesús. Ya que existía en la forma de Dios, compartía con él su gloria (Ver Juan 17:5 ‘la misma gloria que yo tenía contigo desde antes que existiera el mundo’; Heb. 1:3 ‘Él es el resplandor glorioso de Dios, la imagen misma de lo que Dios es’.). 

- Pero el énfasis del v. 6 no está en que Jesús existía con el mismo ser de Dios (DHH). ¿Cuál es el sorprendente mensaje aquí?

Para rescatar a una humanidad necesitada, Jesús está dispuesto a enormes sacrificios.

Para pensar:

- El hecho que Jesús existiera con el mismo ser de Dios es lo que realmente le permitió no aferrarse a esto y venir a este mundo a rescatar a los perdidos. Nosotros, en Cristo hemos sido declarados hijos de Dios (Cristo vive en nosotros, Gá. 2:20). ¿Nos vamos a aferrar egoístamente a esta nueva y maravillosa realidad o vamos a seguir el ejemplo de Cristo y vivir esta realidad, involucrándonos en compartir este rescate con los demás? 

- Cristo no se aferra a lo que le era suyo: la gloria. Renuncia a ello para tomar la naturaleza de hombre. No deja de ser Dios. Pero al renunciar a esta gloria, se hace hombre. ¿Por qué lo hace?

- ¿Qué nos dice esto sobre el carácter de Cristo, y qué nos dice esto sobre nuestro carácter?

- Lo que aquí queda claro es que Jesús escogió libre y voluntariamente la senda del servicio. ‘Se negó a sí mismo’ por obediencia al Padre, lo que habla de una confianza plena. ¿Qué podemos hacer para crecer en nuestra confianza en Dios y sr así más afectivos en compartir este rescate del que hemos hablado?

B. El Padre

- ¿Cómo responde el Padre a la amorosa obediencia de Jesús?, v. 9

- ¿Qué significa este más alto honor?, v. 10

- Leer Isaías 45:23. Esto nos ayudará a entender lo que se nos está diciendo aquí. ¿Quién tiene la autoridad suprema?

El rescatador, que se humilló a sí mismo, es ahora el Señor. Y nosotros somos llamados a compartir su gloria. ¡Qué forma de finalizar esta serie de lecturas sobre la gran historia de amor!

Para pensar
- En nuestra cultura la humillación es vista como algo totalmente negativo. ¿Cómo se nos indica aquí otra forma de comprender la humillación?

- Leer Gá. 5:23 (DHH). Oremos para que este fruto del Espíritu sea notorio en todos nosotros. Teniendo esto presente estaremos mejor preparados para involucrarnos en el gran rescate de Dios. 

Oración
Libro de Oración Común chileno, oración por misiones y extensión. Página 128.

Muéstranos, oh Señor, en este día en que somos llamados a testificar de ti, como podemos efectivamente presentar el evangelio a aquellos que están fuera de tus promesas que el Espíritu Santo nos llene de amor hacia ellos y nos haga comprender sus necesidades para que nuestras vidas y nuestros hechos recomienden tu nombre y ellos reciban tu verdad; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.