La gran historia de amor - Rut 2:17-23

En nuestra lectura anterior fuimos testigos de la laboriosidad de Rut, que abandona a los suyos para cuidar de Noemí, su suegra. En esta lectura seremos testigos de la conversación de estas dos mujeres una vez que Rut vuelve a casa. Y aprenderemos más sobre Booz. Todo esto nos ayudará a comprender por qué Rut es una historia de amor que apunta a LA gran historia de amor.

1. Rut trabajó duramente durante todo el día. ¿Con qué vuelve a casa de su suegra y cuál es su reacción?

Rut no solo recoge las espigas, sino que al final del día desgrana la cebada. El fruto de su trabajo, un efa de cebada (o sea, unos veinte kilos). No solo eso, también lleva a casa lo que no comió dado que quedó satisfecha para que Noemí también pueda quedar satisfecha. Rut, con su actitud, está siendo de bendición para Noemí. Noemí reacciona con sorpresa, ¡su nuera ha traído mucha cebada!, ¡su nuera realmente está cuidando de ella!, estás son indicaciones de que Dios no la ha abandonado. Las hermosas palabras de entrega de Rut, ‘iré adonde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Moriré donde tú mueras, y allí seré sepultada. ¡Que me castigue el Señor con toda severidad si me separa de ti algo que no sea la muerte!’, se están haciendo realidad. En Rut, amor no solo son bellas palabras, sino que ellas van acompañadas de una entrega en servicio que honra a Dios. Tenemos mucho que aprender de ella.

2. ¿Qué se nos indica aquí sobre Booz?

En este breve diálogo, Noemí bendice a quien ha sido generoso. Aquí, al saber que el bondadoso es Booz, ella vuelve a bendecirlo. Pero esta vez menciona a Dios: ‘¡Que el Señor lo bendiga!’, v. 20. Hay que tomar nota de esto, porque la última vez que mencionó a Dios había amargura en su corazón (Rut 1:27). Pero ahora reconoce que Dios está mostrando su bondad con ellas. Noemí está cambiando.

Noemí le informa a Rut que Booz es un pariente cercano, uno de los que puede redimirlas, o sea rescatarlas de esta situación de extrema necesidad en la que se encuentran. Para comprender esto, necesitamos algo más de información. Un pariente cercano (un ‘redentor’) era un familiar que podía asumir la responsabilidad de cuidar a miembros de la familia extendida que estaban en gran necesidad. La Ley (ver Deuteronomio 25:5-10) estipulaba que un hermano se casaría con la viuda para cuidar de ella. Si no había hermanos, como en este caso, esa responsabilidad podía ser asumida por el pariente más cercano. No estaba obligado a hacerlo, por lo que otro pariente cercano podía asumir la responsabilidad. Booz es un pariente cercano de ellas.

Cristo es nuestro ‘pariente cercano’. En Filipenses 2:6-8, Pablo nos dice que Jesús dejó lo que era suyo para venir a este mundo en nuestro rescate. 1 Pedro 1:18,19 nos dice ‘ustedes fueron rescatados de la vida absurda que heredaron de sus antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas, como el oro o la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto’.  Tenemos un futuro glorioso al lado de Dios porque hemos sido rescatados por Cristo.

En Hebreos 2:11-18 leemos que Jesús no se avergüenza de llamarnos hermanos y que Jesús expió nuestros pecados. Demos gracias a Dios por nuestro Redentor. Lo que Cristo ha hecho por nosotros es la gran historia de amor de la Biblia.

3. ¿Cuál es el consejo de Noemí a Rut?

Hija mía, te conviene seguir con sus criadas -le dijo Noemí-, para que no se aprovechen de ti en otro campo. Noemí está actuando como la madre de Rut, busca su bien. Podemos alabar a Dios porque Noemí ha vuelto a ser una mujer dulce.
 
Piensa: Cuando Noemí describe a Booz, literalmente está diciendo Booz es ‘nuestro rescatador’. Por primera vez escuchamos algo que no sea una queja en Noemí. ¿Qué se produce en otros cuando somos bondadosos?

Oración
Ideas para la oración: Agradece a Dios porque Cristo, nuestro ‘rescatador’, ha mostrado su bondad. Pídele que te conceda el privilegio de responder con bondad a la bondad que has recibido de Dios, y que tu vida apunte a Cristo, el Rescatador.

Salmo 27:1, 14
El Señor es mi luz y mi salvación;
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida;
¿quién podrá amedrentarme?
Pon tu esperanza en el Señor;
ten valor, cobra ánimo;
¡pon tu esperanza en el Señor!