La gran historia de amor - Rut 4:1-12

En nuestra lectura anterior, cuando Rut vuelve a casa, Noemí literalmente le pregunta ¿quién eres tú? Lo que Noemí desea saber es si Rut sigue siendo la esposa de Mahlón o ya es la esposa de Booz. Rut le informa que sigue siendo la esposa de Mahlón, pero eso va a cambiar muy pronto. Booz está decidido a solucionar el asunto lo más pronto posible. Al darle cebada antes de volver a casa, él le dijo ‘No debes volver a tu suegra con las manos vacías’. Hoy va a cambiar el destino de Noemí, quien se quejó así al volver a su tierra: ‘Me fui con las manos llenas, pero el Señor me ha hecho volver sin nada’. Dios, en su misericordia, está actuando y Noemí volverá a tener una familia. Booz se encargará de esto.

1. En nuestro pasaje anterior, Noemí dijo ‘este hombre no descansará hoy hasta dejar resuelto el asunto’ (Rut 3.18). ¿Dónde está Booz ahora?

En nuestra lectura anterior la acción nos llevó desde la casa de Noemí a la era y de vuelta. Noemí tenía razón en su evaluación de la determinación de Booz porque ahora estamos en la puerta del pueblo. Este es el lugar donde los hombres de la comunidad su reúnen y hacen negocios, todos pasan por este lugar.  
 
2. Delante de testigos, Booz habla con el pariente más cercano (‘el rescatador’). ¿Cómo le presenta la situación? ¿Por qué este pariente rechaza involucrarse?

No hubo que esperar mucho hasta que el pariente más cercano (ojo, el que debió haber rescatado a las viudas) pasara por el lugar. Como era la costumbre en esa época, Booz lo llama y también llama a diez ancianos de la comunidad para sr testigos del asunto a tratar. 
Booz presenta el caso: Noemí ha puesto en venta los terrenos de su familia y este pariente tiene la prioridad en la compra. El concepto que Booz usa es ‘redimir’ la tierra, evitar que esta desaparezca de la familia. El pariente (el ‘rescatador’) se interesa y de inmediato declara estar dispuesto a redimir el pedazo de terreno, dado que esto tiene ventajas económicas para él. Pero cuando Booz le informa de la otra redención, o sea casarse con Rut, tan rápido como estuvo dispuesto a redimir la tierra porque eso le reportaba ganancias económicas, rechaza su responsabilidad. Es que redimir a Rut involucra costos personales que este ‘redentor’ no está dispuesto a asumir. ‘Redímelo tú; te cedo mi derecho. Yo no puedo ejercerlo.’ La verdad de las cosas es que sí puede, pero no quiere. No está dispuesto a ser misericordioso, a amar a su prójimo (a quien tiene la obligación de ayudar). No vemos en él el carácter de un verdadero hijo de Dios. 

Cuan diferente es Jesús, que dejó lo que le era naturalmente suyo para rescatar a la humanidad (ver Filipenses 2:5-11). Ser un redentor es costoso, no es para los que buscan ganancias personales. Pero, Dios bendice a quien actúa así, tal como lo vemos en Jesús y en Booz.
 
3. Ante el rechazo del pariente más cercano, Booz asume la responsabilidad de ‘rescatar’ a Noemí y a Rut. ¿Cómo es evaluado por la comunidad?

Booz redime las propiedades y también redime a Rut para preservar el nombre del difunto marido de Rut. La respuesta de estos diez ancianos es corta y precisa: Somos testigos. Y bendicen a Booz por su generosidad: ¡Que el Señor haga que la mujer que va a formar parte de tu hogar sea como Raquel y Lea, quienes juntas edificaron el pueblo de Israel! ¡Que seas un hombre ilustre en Efrata, y que adquieras renombre en Belén!  Y así fue. Su descendencia sería de bendición para toda la humanidad. Un hombre humilde y una mujer humilde, por su rectitud y deseo de honrar sus compromisos, terminar siendo parte del gran plan de Dios para redimir a toda la humanidad. ¡Qué maravillosa historia de amor!

Piensa: El ‘pariente más cercano’ rehúsa ser el rescatador porque eso lo afecta en forma personal. ¿Qué hizo Cristo para rescatarte?

Oración
Ideas para la oración: Agradece a Dios porque Cristo es tu rescatador. Pídele que te ayude a ser solidario con aquellos en necesidad.

Libro de Oración Común chileno, acción de gracias general.
Nosotros, tus indignos siervos, te damos humildes y sinceros gracias por toda tu bondad, benignidad y favor para con nosotros y con todos los hombres. Te bendecimos por nuestra creación, preservación y todos los bienes de esta, vida, especialmente por tu inmenso amor en la redención del mundo por nuestro Señor Jesucristo, por los medios de gracia, y la esperanza de gloria.

Danos pleno conocimiento de todas tus misericordias para que nuestros corazones sean llenos de pura gratitud, y así alabemos tu nombre con nuestros labios y nuestras vidas, entregándonos enteramente a tu servicio, caminando ante ti en santidad y justicia cada día de nuestra vida; mediante Jesucristo, nuestro Señor, a quien contigo y el Espíritu Santo sea toda alabanza, honor y gloria, por los siglos de los siglos. Amén.