La gran historia de amor - Rut 4:13-22

Los cuentos de hadas que escuchábamos como niños, muchas veces finalizaban diciendo ‘y fueron felices para siempre’. Ninguna de esas historias tiene en cuenta el ‘para siempre’, está allí simplemente como una hipérbole que enfatiza el final feliz del cuento. En nuestro caso, en esta historia, sí podemos decir ‘fueron felices para siempre’. Porque su honorabilidad y celo por actuar correctamente nos abre a todos una ventana a la eternidad. Aquí aprenderemos como personas normales pueden iluminar la historia de toda la humanidad.  Una mejor forma de resumir esta bella historia es decir ‘gracias a ellos, somos felices para siempre’. Disfrutemos esta lectura.

1. ¿Cómo termina esta dramática historia? 

Esta historia finaliza con Booz tomando a Rut por esposa. Nos hubiera encantado tener detalles de la ceremonia, ¡así habríamos podido llorar de gozo! Estos últimos versículos no nos entregan muchos detalles, no sabemos cuánto tiempo pasó desde que estas dos viudas llegaron a Belén (aunque Rut 1:23 nos informa que llegaron cuando empezaba la cosecha de la cebaba). En realidad, no es necesario tener más información, con lo recibido en el relato es suficiente. Debemos tomar nota del v. 13 ‘el Señor le concedió quedar embarazada, de modo que tuvo un hijo.’ Esta descendencia es un don de Dios.
 
2. ¿Qué sabemos aquí sobre Noemí?

Una vez más se nos habla de las mujeres de Belén, las mismas que recibieron a Noemí cuando volvió totalmente amargada. Ahora ellas bendicen a Noemí y comparten su felicidad. Veamos quién es alabado aquí: ‘¡Alabado sea el Señor, que no te ha dejado hoy sin un redentor! ¡Que llegue a tener renombre en Israel!’ Estas mujeres alaban a Dios porque pueden ver la bendición de Dios en todo lo que ha sucedido. El Señor trajo abundante bendición a la vida de Noemí, la viuda desconsolada tiene futuro, porque Dios en su misericordia así lo ha dispuesto. Esta es también la conclusión de esta historia de amor: Dios cuida del necesitado que vuelve a él. 

Como es el caso de Noemí, muchas veces nuestras grandes alegrías surgen en el contexto del dolor. No es la lección principal de este libro, pero es algo a lo que debemos prestar nuestra atención. En Romanos 8:28 leemos ‘sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman’. Tengamos siempre presente esta gran verdad.
 
3. ¿Por qué es tan importante este hijo de Rut y Booz?

Las mujeres llamaron ‘redentor’ a este bebé. Noemí fue redimida por él, lo mismo que Rut. Pero, desde este lado de la cruz, vemos a un bebé ‘redentor’ que apunta a la gran redención de la Biblia y que llegó al mundo cuando Jesús nació. Cuando el niño Jesús fue presentado en el templo, Simeón (que aguardaba con esperanza la redención de Israel, Lucas 2:25) dijo lo siguiente ‘Soberano Señor, ya puedes despedir a tu siervo en paz. Porque han visto mis ojos tu salvación, que has preparado a la vista de todos los pueblos: luz que ilumina a las naciones y gloria de tu pueblo Israel’.
Los últimos versículos de Rut apuntan a David, de cuyo linaje surgiría el Salvador del mundo. Hay quienes consideran que este libro es solo una ‘linda historia’, que nos relata la alegría de una joven mujer. Pero en realidad, como hemos visto, esta bella historia está ligada a la gran historia de amor que es Jesús. De su lectura hemos aprendido que hay que confiar en Dios y actuar como él espera que su pueblo lo haga. Ese es el camino de la redención.

Piensa: Esta historia partió mal, con un hombre tomando decisiones que afectaron negativamente a toda su familia. Pero finaliza bien porque nuestros ‘héroes’ (Booz y Rut) confían en el Señor. Aquí se nos dice que Rut fue bisabuela de David. Por lo que es una antepasada de Jesús, el verdadero rescatador de toda la humanidad ¿Tienes en cuenta la perspectiva amplia cuando tomas decisiones?

Oración
Ideas para la oración: Agradece a Dios por el final feliz de esta historia. Pídele que, al igual que Booz y Rut, lo que destaque en ti sea tu obediencia a Dios y que tu historia también tenga un final feliz.

Salmo 23
El Señor es mi pastor, nada me falta;
en verdes pastos me hace descansar.
Junto a tranquilas aguas me conduce;
me infunde nuevas fuerzas.
Me guía por sendas de justicia
por amor a su nombre.

Amén.