Una gran historia de amor - Josué 24:13-18

En nuestra preparación para comprender y disfrutar de la más grande historia de amor, continuamos con la despedida de Josué. Si lo deseas, puedes leer este capítulo desde el inicio. En la primera parte de este capítulo, Josué les recuerda las grandes bendiciones que han recibido de parte de Dios con un discurso del Señor, que finaliza así: “A ustedes les entregué una tierra que no trabajaron y ciudades que no construyeron.

Vivieron en ellas y se alimentaron de viñedos y olivares que no plantaron.” (v. 13). En la tierra de Dios, el pueblo de Dios no debe olvidar sus orígenes y al Señor que les ha cuidado desde que se comprometió con Abraham a bendecirlo con descendencia y un lugar para vivir. Josué, ahora les desafía a vivir honrando al Señor.

1. Dios les ha hablado. Debido a todo lo que Dios les ha dado, ¿qué les pide Josué en el v. 14?

Aquí hay una lección eterna: la única manera de honrar al Señor es entregándose a él en una vida de servicio fiel. Lo que Josué tiene en mente es servir a Dios mediante una relación exclusiva. El ‘entregarse’ a Dios es en realidad aún más radical si lo entendemos como ‘temer’ al Señor. El autor de Hebreos lo explica de la siguiente forma: “Así que nosotros, que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos. Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a él le agrada, con temor reverente, porque nuestro «Dios es fuego consumidor».” (Hebreos 12:28-29).
 
2. Deben tomar una decisión (v. 15). ¿Cómo responde el pueblo (vv. 16, 18)?

Este es un llamado a un compromiso honesto. No hay nada más destructivo para una relación que la deshonestidad. Ellos tenían que escoger a quién servirían: a Dios o a los dioses de las naciones. Josué es un líder que predica con el ejemplo: “mi familia y yo serviremos al Señor”. Hoy también vivimos días de decisiones y de compromisos explícitos. La iglesia, el pueblo de Dios, necesita de sus líderes esta exhortación a servir reverentemente a Dios, exhortación que debe ir acompañada de modelos saludables. Que tu vida sea un modelo a otros de entrega al Dios que te llamó en Cristo. Cuando la exhortación es clara y el modelo es el adecuado, será más fácil que el pueblo diga “Nosotros también serviremos al Señor, porque él es nuestro Dios.”
 
3. ¿Qué reconocen ante Dios (v. 17)?

El pueblo, animado por el desafío y el ejemplo de Josué, hace suyas las palabras de su anciano líder. Aquí hay una lección: Josué ha transmitido, en hechos y palabras, los grandes actos de Dios. Eso es lo que toda generación de creyentes debe hacer: preparar a los que vienen después de ellos para una vida de servicio. Hoy días hablamos de discipulado. Que nuestras comunidades sean lugares donde se ‘pasa el testimonio’ a la generación que sigue. Recuerden las palabras de Pablo: Imítenme a mí, como yo imito a Cristo. 1 Corintios 11:1.

Piensa: Para los israelitas es momento de decisiones. Dios les rescató de la esclavitud y les ha entregado todo lo que tienen. Repetidamente aseguran que continuarán sirviendo al Señor. ¿Qué debe acompañar a tus palabras de compromiso con Dios?

Oración
Ideas para la oración: Agradece a Dios por darte todo lo que tienes. Pídele que puedas servirle, no solo con tus palabras, sino que también con tus hechos.

Libro de Oración Común chileno, página 130
Dios y creador nuestro, que nos has creado en Cristo Jesús para buenas obras y que dices que la fe sin obras es muerta, haz que nosotros mostremos en nuestros hechos la genuinidad de nuestra fe, para la gloria de tu nombre y el ánimo de tu pueblo; mediante tu Hijo nuestro Salvador. Amén.