Una gran historia de amor - Rut 1:16-18

En medio de tanto dolor, Noemí (Mara), recibe un rayo de esperanza. Morando en tierra extranjera, se entera que la hambruna que afectaba a Israel ha pasado y decide volver a casa. Pero esta vuelta a su país es dramática: volverá sola ya que tanto su marido como sus dos hijos fallecieron en tierra pagana y ya no tiene nada que la haga mirar confiada al futuro (no tiene descendencia). Sus dos nueras deciden acompañarla, pero Noemí les pide que vuelvan a sus familias e intenten rehacer sus vidas. Una de ellas, llorando, se despide de Noemí y vuelve a los suyos. ¿Qué pasa con Rut, la otra nuera de esta acongojada mujer? Aquí veremos cuál es su reacción a las palabras de su suegra. Es una gran historia de amor y entrega.

1. ¿Qué hace Rut, la otra nuera de Noemí?

En nuestra lectura anterior leímos que Rut ‘se aferró a ella’. En vez de alejarse, la abraza. Su suegra insiste ‘-Mira - dijo Noemí-, tu cuñada se vuelve a su pueblo y a sus dioses. Vuélvete con ella.’ A pesar de su amargura, no desea arrastrar a Rut a una vida sin futuro, por eso le insiste que siga los pasos de Orfa que ha vuelto a los suyos para intentar rehacer su vida. Rut, en cambio, no busca eso. Decide acompañar a la madre de su difunto marido y le ruega que no la haga irse: ‘¡No insistas en que te abandone o en que me separe de ti!’. Ella asumió un compromiso y lo va a cumplir.
 
2. ¿Cuál es la hermosa declaración de Rut?

El v. 16 nos entrega una de las más hermosas declaraciones de amor en toda la Escritura. Rut, en vez de buscar su propia seguridad e hijos (o sea un futuro), decide cuidar de Noemí. No busca lo suyo, sino que el bien de su suegra. Rut era una moabita, pero eso no fue impedimento para que ella se entregara a Dios y para que Dios la aceptara. Este pasaje es uno de los primeros pasajes que nos indica que Dios está actuando según la promesa que le hizo a Abraham, siglos antes ‘¡Por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra! (Gén. 12:3). Rut es una de aquellas personas que alaba a Dios por eternidad de eternidades: ‘miré, y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla.  Gritaban a gran voz: «¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!» (Apocalipsis 7:9-10).
Rut hace aquí lo que Jesús nos muestra: ella abandona lo que es suyo para servir a otros, aún a costa de un gran sacrificio personal. En Filipenses 2:5-11 vemos a Cristo entregándose a sí mismo en sacrificio por otros, y por eso es glorificado. Podemos dar gracias a Dios porque Rut, en su entrega, apunta a aquel que nos rescatará a nosotros de nuestra amargura y opresión.
 
3. ¿Qué hace Noemí (Mara)?

Esta breve lectura finaliza con Noemí volviendo a su tierra, pero no sola, sino que acompañada de Rut. En su dolor, se deja amar y servir por Rut.
 
Piensa: En medio de tanta desolación, aquí tenemos uno de los pasajes más bellos del Antiguo Testamento (de toda la Escritura en realidad). Una joven mujer (Rut) va a dedicar su vida para cuidar a su suegra, que ha perdido toda esperanza. ‘Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios’. ¿Cuáles han sido las palabras más bellas que han salido de tu boca y que honran a Dios?

Oración
Ideas para la oración: Agradece a Dios por el testimonio que Rut nos entrega aquí. Pídele que también tengas el privilegio de actuar como ella y glorificar así a Cristo.

Libro de Oración Común chileno, oración de consagración. Página 128
Nuestro Padre, nuestro Dios, como peregrinos pedimos tu guía para el viaje; como soldados pedimos tu fuerza para la batalla; como discípulos pedimos tu sabiduría, como embajadores de Cristo, tu gracia, para que recomendemos nuestra fe a todos los que no te conocen; por Jesucristo nuestro Señor y Salvador. Amén.