Una gran historia de amor - Rut 1:19-22

Aún sin conocer el resto de la historia, ya podemos adivinar que vendrán tiempos mejores. Es que la generosa entrega de Rut ha cambiado nuestra percepción de los eventos aquí relatados. Por generaciones, su generosa e incondicional entrega sacrificial ha motivado a que los lectores de este libro alaben y bendigan a Dios. También les ha permitido comprender cuán grande y sin medida es el amor de Cristo por los necesitados. En esta porción del libro, seremos testigos de lo que sucede cuando estas dos viudas llegan a Belén.

1. ¿A dónde se traslada la escena?

El viaje desde Moab hasta Belén no debe haber sido fácil para estas dos viudas que viajan solas. Sin mencionarlo, aquellos que están conscientes de los peligros de un viaje como este, no pueden dejar de ver el cuidado y la protección de Dios, que frecuentemente está implícito en esta historia. Su llegada no pasó desapercibida, causando una gran conmoción. ¡Qué diferencia con su partida! Ahora vuelve sola, sin marido y sin hijos. Los duros años y dolores la afectaron, lo que hace que las mujeres del pueblo tengan dificultades para reconocerla.

2. ¿Cómo reacciona Noemí al ser recibida en su pueblo natal? 

Una vez más, el dolor de esta desconsolada viuda es evidente. La mujer que ha vuelto no es la misma que salió hace años atrás. Y pide que ya no la llamen Noemí (dulzura), sino que Mara (amargura). Pero este hecho, de que sepan quién es, es también un indicador de esperanza. Ya no sufrirá sola, en tierra ajena. Ahora está entre los suyos. ¿Dónde prefieres sufrir, lejos de todo lo que es tuyo, o cerca de Dios? Noemí, amargada como está, tomó la decisión correcta: ha vuelta a los suyos, ha vuelto a Dios. 
 
3. ¿A quién considera responsable de su triste situación?

Para todos los que nos hemos alejado de Dios, es difícil admitir nuestra propia responsabilidad. Eso es lo que está sucediendo aquí: Noemí considera Dios como el responsable de todos sus males. Parte de la restauración de la relación con Dios es el reconocer que Dios no es desalmado, muy por el contrario, Dios es amor. Dios siempre es justo con los suyos. La situación que ella enfrenta es producto de las malas decisiones familiares. Nosotros, que también somos constantemente tentados a culpar a Dios por nuestros dolores, debemos tomar en cuenta esto. La actitud que debemos tener es la del hijo prodigo, quien dice “Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo”. (Lucas 15;21). 
 
Piensa: Es evidente que la amargura de Noemí (Mara) no le permite ver el cuadro completo. Sí, es cierto, salió de Belén con marido e hijos y vuelve sin ellos. Pero no vuelve sola, Rut la acompaña. En su depresión, culpa a Dios y no logra ver el amor de Rut. ¿Cómo reaccionas ante las tragedias que te afectan?

Oración
Ideas para la oración: Agradece a Dios porque él está con nosotros, aunque no nos demos cuenta de ello. Pídele que, cuando la amargura llegue a tu vida, esta no eche raíces en ti.

Libro de Oración Común chileno. Oración de confesión, culto de santa Cena.
Omnipotente Dios, creador de todas las cosas y juez de cada hombre, nosotros confesamos delante de ti el mal que hemos cometido y reconocemos que no hemos cumplido con el bien que debiéramos. Hemos pecado por pensamiento, palabra y obra. Padre celestial, ten misericordia de nosotros, porque merecemos tu ira y condenación. Nos arrepentimos de todas nuestras iniquidades, y te pedirnos tu perdón mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.