Dios Eterno y Padre misericordioso, cuyo bendito Hijo Jesucristo murió por nuestra redención, comisionó a sus discípulos a predicar las buenas nuevas y envió al Espíritu Santo que habita en cada generación para abrazar y proclamar la salvación solo en Cristo:
Levántate y defiende tu Iglesia, columna y baluarte de la verdad. Haz brillar la luz de tu Santa Palabra sobre los corazones oscurecidos por el error y fortalece la obra de Gafcon para que la Comunión Anglicana en todo el mundo proclame a Cristo fielmente a las naciones, que los cautivos puedan ser liberados, los descarriados rescatados y los confundidos restaurados. Une a tus hijos en verdad, amor, unidad y valor, para que nosotros, con todos tus santos, podamos heredar tu reino eterno, por medio de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Amén.