Reflexiones de Adviento

Isaías 9: 2. El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en densas tinieblas la luz ha resplandecido. 

En estos días podemos reconocer la oscuridad por fuera y por dentro. En nuestra familia anglicana global, leemos informes de crisis económicas, políticas, sanitarias y sociales. También somos conscientes de una oscuridad espiritual interna causada por dudar o ignorar la bondad de la Palabra de Dios. En el hemisferio norte las noches se alargan. Isaías captura maravillosamente la esperanza que trae la luz. La oscuridad es profunda, pero el amanecer imparable. 

Ora con nosotros: 
Amoroso Padre Dios, te alabamos porque trajiste luz al mundo. En tu misericordia, ayúdanos a proclamar la luz y la salvación de Jesús a nuestro prójimo, a nuestras comunidades y al mundo entero. En el nombre de Jesús, Amén.