Video con el Mensaje Navideño del Arzobispo Foley Beach

Hola, soy el arzobispo Foley Beach y les traigo saludos navideños desde Atlanta, Georgia.

Como alguien que creció y vivió parte de mi juventud en las calles de Atlanta, creo que es bueno que ustedes sepan lo que está sucediendo acá.  

Sé que muchos de nosotros hemos tenido un año loco con esta pandemia que nos afecta. Muchos de nosotros hemos perdido amigos y familiares. Algunos de nosotros también nos hemos enfermado con el virus. Muchos de nosotros hemos perdido nuestros trabajos. Muchos de nosotros hemos perdido nuestros hogares y lugares para vivir. Mucha gente está sufriendo. Las empresas han tenido que cerrar y ha sido un tiempo de agitación social, y en medio de todo esto se puede ver cómo las personas expresan de muchas formas lo que están viviendo,  es en un momento muy inusual.

Pero en medio de esto celebramos la Navidad y estamos regresando a Belén, donde Dios entró al mundo a través de su Hijo Jesucristo. Desde allí trajo esperanza a un mundo que estaba sufriendo por el pecado, sufriendo por la soledad y sufriendo por el aislamiento. Y con un increíble mensaje que tenemos que hacer nuestro. Quiero proclamar de nuevo que Dios te amó tanto y me ama tanto a mí que envió a su Hijo al mundo.

Como dijo el apóstol Juan en Juan 1:14

‘Y la palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre’.

‘La Palabra se hizo hombre’

J.B. Phillips traduce ‘y la palabra se hizo hombre’ como ‘y la palabra armó su carpa entre nosotros’. El mensaje nos dice que la palabra se hizo de carne y hueso y se trasladó a nuestro vecindario. En otras palabras, Dios vino a estar con nosotros.

Y no solo vivió con nosotros en la persona de Jesucristo; sino que, a través de su muerte y resurrección, nos abrió el camino para tener una relación eterna con él a través del perdón de nuestros pecados, y también por el don del Espíritu Santo. Para aquellos que acuden a él con fe, para aquellos que creen en él, les da este increíble regalo: el don del Espíritu Santo, lo que significa que Dios literalmente establece su tabernáculo con nosotros, y mora en nosotros. Él armó su tienda en nuestra vida y nunca estamos solos. Algunos de ustedes se sienten solos, algunos de ustedes se sienten aislados, pero debido a lo que Dios ha hecho por ustedes, no están solos. Él está contigo y se preocupa por ti y te ayudará.

A veces todo lo que podemos hacer es llamarlo por su nombre Jesús, Jesús, Jesús.

Cuando hacemos eso, su presencia se vuelve real para nosotros. Entonces, durante esta época navideña, sea lo que sea a lo que te enfrentes.
Recuerda que Dios quiere que tengas esperanza.
Quiere que tengas vida. 
Quiere que tengas su perdón.
Y sobre todo quiere que tengas amor.

Así al celebrar la Navidad a tu manera, “que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo”. Amén!

Revmo Arzobispo Foley Beach
ACNA, Presidente del Gafcon