Deuteronomio Capítulos Treinta y Uno y Treinta y Dos

Cuando pensamos en himnos y canciones, a menudo pensamos en alabanza y acción de gracias, lo cual es bueno y correcto. Pero a un joven de la iglesia donde serví, le resultó difícil cantar canciones alegres todas las semanas mientras luchaba contra la leucemia durante doce años. Su hermana escribió una canción de "lamento" para él y seguramente tenía las Escrituras de su lado. Aquí, en Deuteronomio 32, tenemos una canción larga que podría describirse mejor como una "reprimenda". ¡Nosotros tenemos pocas canciones como esta!

A medida que nos acercamos al final del libro, hay algunas palabras finales de Moisés y algunas palabras finales para Moisés. Aún estamos en la sección de 'decisión' del libro (capítulos 27-34) ya que todo está orientado a ser decisivo frente al futuro.

En el capítulo 31, Moisés habla primero al pueblo para decirles que, aunque él mismo no cruzará el río, el Señor cruzará y peleará por ellos y que Josué cruzará y liderará de ahora en adelante (31: 1-6). Es importante notar nuevamente que Moisés no está perdiendo su salvación al perderse la Tierra. Está a salvo en las manos de Yahweh (Lucas 9:30). Y sus palabras de “esfuérzate… porque el Señor tu Dios va contigo” (31: 6) están llenas de consuelo y amor por la gente. Luego le habla de manera similar a Joshua. También habla con los sacerdotes levitas para asegurarse de que lean la ley al pueblo, algo vital para su futuro (31:12).

Luego, el Señor le dice a Moisés palabras muy serias sobre cómo el pueblo pronto lo abandonará y se “prostituirá” (31:16) a los ídolos. Aún más sorprendente, ¡Él los “abandonará” por haberlo abandonado a Él! (31:17). Pero Él quiere decir que Él “esconderá su rostro” de ellos (31:18) por un tiempo, hasta que se arrepientan y sean restaurados. ¡Cómo nos humilla a darnos cuenta de que el Señor no solo conoce la debilidad de nuestra profesión de fe, sino que también conoce los pecados que aún quedan por cometer y, además, Él permanece comprometido para llevar a Su pueblo a la gloria! (Fil 1: 3- 6).

Luego viene la canción larga que cubre la gama completa de pecado y misericordia.

  • (a) Recuerdo. Deben cantar este cántico recordando sus propias corrupciones y las perfecciones del Señor: el “Dios fiel que no hace nada malo; recto y justo es Él” (32: 4).
  • (b) Rebelión. Su respuesta de ingratitud gana esta pregunta punzante "¿es así como devuelves al Señor ... tu Padre ... que te hizo y te formó?" (32: 6)
  • (c) Rescate. Fue Él quien los encontró, los protegió, los guio, los cargó y los alimentó (32: 9-14) - “sólo el Señor”.
  • (d) Rechazo. Ellos “rechazaron la Roca” (32:15) y “sacrificaron a dioses falsos”, por lo que Él los “rechazaría” (32: 19-35) y los “esparciría”. [Vale la pena señalar el famoso versículo 32:35 "a su debido tiempo resbalará el pie de ellos" del que Jonathan Edwards predicó su sermón, "Pecadores en las manos de un Dios irado". Aquellos hoy en día a quienes no les gusta el sermón deben recordar que a Dios sí le gustó].
  • (e) Reblandecerse. “El Señor ... se arrepentirá en cuanto a sus siervos” (32:36), no solo porque ellos estén desesperanzados, sino para mostrar que “no hay Dios como él” (32:39).
  • (f) Regocíjate. Aquí la canción llama a las “naciones” a “regocijarse” porque Él “hará expiación por la tierra y el pueblo de Él” (32:43). Vea Hebreos 2:17 para conocer la clave para esto.

Estas palabras (dice Moisés) “no son sólo palabras vanas; son tu vida” (32:47). Podríamos recordar esto al cantar tanto de las cosas que nos reconfortan como de las que demuestran nuestro pecado.

Oración
Padre Celestial, cuánto hemos contribuido a entristecerte y enojarte. Cuán agradecidos estamos de que tu gracia se desborda para salvar y guardar. En el nombre de Jesús. Amén.