La historia del amado siervo del centurión se encuentra, en diferentes formas, tanto en el Evangelio de San Mateo como en el de San Lucas. Mateo es un Evangelio profundamente judío con el descenso de Jesús el Mesías rastreado desde Abraham y a través de David hasta José y María. También le preocupa mostrar que Jesús, sus palabras y sus obras son el cumplimiento de la profecía en la Biblia hebrea.
Y, sin embargo, existe el significado universal del Mesías judío desde el principio con la llegada de los Magos del Este (el término todavía se usa en farsi para designar a los sacerdotes zoroastrianos). Se muestra que el ministerio inicial de Jesús se lleva a cabo en toda Siria en contextos gentiles y judíos (4:23-25). Su encuentro con la fe de la mujer cananea también muestra que encontró una respuesta a su aún en lugares improbables, ya que los cananeos eran los enemigos tradicionales de los judíos.
Así también, en esta historia sobre el centurión romano, en comisión de servicio con Herodes Antipas, el tetrarca de Galilea y el asesino de Juan el Bautista, encontramos la inesperada respuesta de confianza en Jesús (Mt. 8:5-13). Es cierto que en el relato de Lucas se nos dice que él ya era uno de esos 'temerosos de Dios' reunidos alrededor de las sinagogas que no habían reunido el coraje para convertirse formalmente al judaísmo pero habían sido profundamente influenciados por el testimonio judío a los gentiles (Lucas 7:1-10).
La lectura regular de la Torá, los Salmos y los Profetas lo habría preparado para esta respuesta de fe a Jesús, pero todavía era un soldado romano al servicio de un tirano despiadado y sin principios. ¡Fue valiente, por lo tanto, para él venir a Jesús y aún más para declarar su fe en términos tan audaces! Por lo tanto, se convierte en el modelo de la respuesta gentil a Jesús, mientras que muchos de los que estaban tan bien preparados para reconocer al Mesías no pudieron hacerlo (Juan 1:11).
Mateo termina, por supuesto, con la Gran Comisión que culmina esta preocupación con la universalidad del Evangelio y su promesa y demanda para todas las naciones (Mt. 28:19-20).
La familia que conmemoramos hoy en el Calendario de la Iglesia de Inglaterra son los Venns: el abuelo Henry Venn no era un párroco ordinario. A través de su ministerio, toda la ciudad de Huddersfield fue galvanizada para el Evangelio. Su predicación fue muy valorada por personas como el poeta y escritor de himnos William Cowper y el gran Vicario evangélico de Holy Trinity, Cambridge, Charles Simeon. Escribió un popular manual de disciplina cristiana llamado El deber completo del hombre y trabajó asiduamente por la unidad de los cristianos.
Su hijo John Venn fue Rector de Clapham y miembro destacado de la Secta Clapham. Participó en el activismo social del grupo sobre la abolición de la trata de esclavos, la mejora de las condiciones de trabajo para hombres, mujeres y niños en la propia Gran Bretaña, la provisión de educación para los pobres y en campañas para reformar una cultura de embriaguez e inmoralidad. Su mayor trabajo, sin embargo, fue en la fundación de la Sociedad Misionera de la Iglesia, la primera en el mundo anglicano en comprometerse conscientemente con la misión a los no evangelizados.
El hijo de John, también llamado Henry, se convirtió en Secretario de la CMS en 1841 y permaneció allí hasta el año de su muerte en 1873. Esto fue en un momento de gran crecimiento en el trabajo de la sociedad y gran parte de lo que ahora conocemos como la Comunión Anglicana comenzaba a emerger entonces.
Junto con el congregacionalista, Rufus Anderson, y su compañero anglicano, de una persuasión "más alta", Roland Allen, Venn desarrolló el principio de "tres self". Es decir, las iglesias emergentes deberían ser capaces de autogobernarse, sostenerse y propagarse. Él creía que Mt. 28:19, el Libro de Oración Común y los Artículos de Religión proporcionaron un orden para el surgimiento de iglesias locales y para su adaptación de la adoración, el gobierno y la organización de acuerdo las culturas donde se encontraban. Los misioneros expatriados deben salir de su trabajo en un lugar en particular e ir a campos frescos para continuar su tarea misionera.
Las ideas de Venn estaban muy adelantadas a su tiempo y pasaron muchos años antes de que se materializaran, pero fue uno de los grandes estadistas misioneros de su época, estableciendo un alto estándar a ser emulado por los Secretarios Generales de la CMS (de los cuales he sido uno). De hecho, es irónico que el Partido Comunista de China se haya apropiado de las tres ideas propias para producir iglesias aprobadas oficialmente que sean cualquier cosa menos "autónomas" y cuyas actividades evangelísticas estén severamente restringidas.
Agradecemos a Dios por esta familia apostólica a quien le debemos tanto. Es apropiado, por lo tanto, que oremos juntos esta oración por la fiesta de San Pedro y San Pablo que hemos observado recientemente: